La bulimia es una enfermedad psicosomática que debe ser tratada en forma multidisciplinaria o sea en equipo (psicólogos, dietista, médicos) y los dentistas a menudo también deben formar parte de este equipo, ya que la condición llega a perjudicar la salud oral.
Las personas bulímicas suelen darse atracones de comida, atravesando por una pérdida de control, para luego utilizar el vómito o abuso de laxantes para evitar subir de peso, así por ejemplo en muchos casos, también suman a este desorden alimentario la anorexia nerviosa, afectando principalmente a las mujeres más que los hombres y con mayor frecuencia a las adolescentes.
Los odontólogos pueden detectar los cambios orales en personas con bulimia, los cuales incluyen:
-Inflamación de las glándulas salivales
-Lengua seca, roja y dolorida
-Un dolor de garganta que no desaparece
-Moretones pequeños en el techo de la boca
-Desgaste del esmalte dental
Los vómitos frecuentes pueden erosionar el esmalte dental
lo que ocurre con más frecuencia en el lado de la lengüeta de los
dientes frontales superiores y cuando esto sucede, el diente queda en riesgo de formación de caries, así como también presenta sensibilidad al frío o calor. Si la erosión del esmalte dental es
grave, puede llegar a cambiar la forma de los dientes superiores e
inferiores, así como también los dientes posteriores pueden verse
disminuidos. Algunos dientes incluso pueden llegar a perderse, ya que la
erosión dental puede tomar cerca de tres años para ser notada y no
todas las personas con bulimia la tendrán.
Muchas personas con bulimia pueden llegar a la desnutrición, condición en la cual también se aumenta el riesgo a desarrollar enfermedad periodontal o sea que sus encías se verán afectadas y con ello comprometida la salud oral en general.
Dr. Claudio A. Sorrentino