La moda de los piercing se ha extendido a nivel mundial,
colocándose en estas piezas de metal en cualquier parte del cuerpo, aun
en zonas muy delicadas como las internas, que en el caso de la lengua
puede causar problemas en la salud oral, según lo ha determinado un estudio alemán llevado a cabo sobre integrantes de las Fuerzas Armadas Alemanas federales.
El estudio dividido en dos grupos de
control encontró en los hombres que se habían perforado sus lenguas he
insertado un pieza metálica o piercing, eran más propensos a tener ranuras o grietas en el esmalte dental,
situación que favorece la instalación de las bacterias o placa, así
como también mostraron un retracción de sus encías, situación que afecta
la sujeción de las piezas dentales, así como una mayor exposición de las mismas.
El grupo de control con piercings mostró retracción de las encías en los dientes frontales inferiores y de la porción de encía cercanas a la lengua. Las ranuras y grietas generadas en el esmalte de los dientes de éste grupo, a su vez provocó una mayor propensión al desarrollo de caries, por acumulación bacterial o placa, que a su vez brindará la base para la formación de sarro dental.
Como mencionamos al comienzo el retroceso de las encías deja expuesto en mayor medida al diente, pero además induce a la producción o formación de bolsas entre dientes y encías,
así como un espació ideal para la acumulación de alimentos y posterior
formación de bacterias que tendrán una mayor posibilidad de desarrollo.
