Las caries es un proceso que
viene desarrollado por el crecimiento de bacterias que provocan la destrucción
localizada y progresiva de los tejidos duros del diente. Las caries
incipientes son indoloras, lo que hace posible de que ni siquiera nos
percatemos de ellas. Estas caries se presentan como una mancha blanca a
nivel del esmalte.
La misma va avanzando hacia
la dentina donde la progresión se ve acelerada ya que en esta zona el diente es
mucho menos resistente que el esmalte. Si la infección no se detiene las
bacterias pueden acabar alcanzando la pulpa e invadiendo la raíz hasta su
extremo provocando una inflamación. Si a largo plazo las bacterias acumuladas
en la pulpa infectan los tejidos vecinos se producirá un absceso dental o un
flemón.
Cuando se produce un absceso
dental se forma una cavidad anormal y llena de pus que envuelve la raíz del
diente. Se suelen manifestar con dolor intenso alrededor del diente afectado
que puede incluso irradiarse hasta la zona de la garganta, del oído o afectar a
media cara. Además, este dolor se incrementa cuando se mastica y cuando se
ingieren líquidos fríos o calientes. Si este absceso es grande puede haber
fiebre e inflamación ganglionar a nivel del cuello.
Deberemos prestar especial
atención a cualquier señal de alarma que se nos presente como signos de hipersensibilidad dental (dolor vivo,
corto e intenso producido por el simple cepillado de los dientes o al entrar en
contacto con alimentos fríos o calientes, o muy ácidas o azucaradas), sangrado
de las encías a la hora del cepillado, aparición de puntos blancos sobre las
encías, un cambio de color o incluso una cierta movilidad de las piezas
dentales. Cualquiera de estos signos debe llevarnos a la consulta del
profesional sin demora sin esperar a que duela o que la cara se vaya hinchando para
concurrir al especialista.
Charcas 3127 - 4826-1505